miércoles, 28 de noviembre de 2018

MUSTARD, Flor de la Mostaza...cuando nos invade la tristeza.

Mustard o flor de la mostaza, es una de las 38 esencias descubiertas por el Dr. Edward Bach a principios del s.XX. Especialmente indicada para los estados de tristeza. La toma de mustard no eliminará la tristeza, pero si nos proporcionará la serenidad suficiente para transitar este proceso.

La tristeza que palabra más poderosa. Habéis observado que cuando una niña o un niño lloran y les preguntamos que les ocurre, puede ser que nos digan que están tristes. Pero en cambio cuando somos adultos y lloramos, si alguien nos hace la misma pregunta, es muy probable que entre nuestras respuesta esté, desde el "no me pasa nada" hasta "estoy de bajón" o incluso "estoy depre" (sin que ni mucho menos nos hayan diagnosticado una depresión), ¿...pero por qué no simplemente TRISTES? ¿Qué pasa con esa palabra y con la emoción que engloba?...¿es que acaso de mayores ya no sentimos tristeza? ¿o es que no la queremos sentir, porque es demasiado potente?.

Que buena la tristeza, yo la reivindico, y las lágrimas, esas que surgen desde el fondo del alma, que curan, cual bálsamo, heridas propias y de linaje, que nos limpian y nos serenan.

Estar triste es como hacer limpieza general, todo se levanta, para limpiar, para sacar toda la porquería acumulada en recovecos, rincones y debajo de las alfombras.

Estar triste esta bien, creo que incluso es un acto de rebeldía ante una sociedad tan narcisista y hedonista, que solo desea ver gente hermosa, feliz, delgada mirando puestas de sol con mil filtros de Instagram.

Recógete, cierra ventanas y estate contigo misma. Llora todo lo que tengas que llorar, no escatimes en lágrimas. Llora por ti, llora por mi, llora por todas tus compañeras, llora por la Madre Tierra y cuando lo hayas soltado todo...respira hondo! Ahora te sentirás más ligera, como si te hubieras quitado una gran piedra que te pesaba y no te dejaba respirar...y entonces sal, disfruta de una puesta de sol real y sonríe!.



martes, 6 de noviembre de 2018

Un sábado de círculo de mujeres...

Siempre que tenemos círculo no me cuesta madrugar, estoy ansiosa por llegar, por volver a reencontrarme con mis hermanas de círculo, con volver a compartir historias y sabidurías ancestrales. Preparo la bolsa de bruja, como la llama mi hijo. Primero el foulard rojo y redondo que delimita nuestro altar, listo! Una vela grande y hermosa, escogida con intención, es la representación de la hoguera alrededor de la cual nos sentamos a comadrear.

En mi cajita de útero, flores, minerales y conchas con las que adornar nuestro altar...Ay! casi se me olvidan las fotos de mis ancestras: mis yayas Isabel y Basi, mi bisabuela paterna, que fue ama de cría o como se las llamaba en Catalunya, dida...no se porqué, pero me siento muy unida a ella...y por supuesto mi madre...me la miro...ya no la recuerdo de morena, me gusta de rubia...me la vuelvo a mirar...¿que sería de mí sin esta mujer?.

Repaso nuevamente la bolsa, cojo mis cartas de las Diosas, nuestro momento brujeril...si me las dejo, las mujeres me matan...jejej. Mi falda larga...cada vez que me la pongo me siento poderosa, no hace mucho que la llevo, pero parece que seamos compañeras desde siempre...hoy me llevo la roja.
Creo que lo llevo todo...buf!ya me he vuelto a flipar y la bolsa pesa la vida, pero me la cruzo en forma de bandolera, me pongo los auriculares y me voy para el círculo.

Mientras recorro el camino, repaso mentalmente la propuesta de hoy...vamos a danzar un poquito, hace poco que yo he vuelto a reconectar con algo tan maravilloso como la danza y ésto lo tengo que compartir con mis hermanas, espero que les guste. Tardé mucho en escoger las canciones, mucho tambor, mucha tierra, mucha Pachamama...me encantan los tambores, los siento resonar dentro de mi, es como si fuera una melodía antigua pero familiar, es como el corazón de la madre que oyes cuando te abraza y te dice que no pasa nada, que todo va a salir bien, es la alegría, es la risa de las mujeres...

Paso por un supermercado y compro algo de fruta y de frutos secos para compartir...nada de porquerías que no nos nutren...pero para calmar un poquito el ansia de dulce, he cogido de casa una tableta de chocolate negro...un poquito está bien.

A paso ligero ya veo el espacio donde nos reunimos...ya las veo..nos abrazamos...como NOS AMO PODEROSAS MUJERES 💚